Editorial Foro Nº 49

Raquel_Valencia

A la espera de un Transoperatorio

Un buen día recibo una llamada de una de nuestras amables secretarias, que me anuncia:
• “Dra. Raquel, va a haber un transoperatorio, el día sábado a las 9 de la mañana”.
• “Perfecto” respondo, y agrego: “¿De qué es la cirugía?
• “De Tumor cerebral” me contesta
• “Ok, y ¿qué edad tiene el paciente?
• “ Es mujer, y tiene 42 años, Dra.” Me responde la secretaria.
• “Excelente, le respondo, por allá la veré el sábado”

Y con ello da por terminada la conversación. Y en seguida me pongo a pensar, en los escuetos datos clínicos, sin tener acceso a la imagen o al expediente, ni tampoco acceso al médico tratante.

Con la emoción que dan los estudios transoperatorios, a mí me encanta el desafío que representan, pero siempre me lleno de adrenalina, y me es inevitable a la vez, recordar a uno de mis maestros el Dr. Ignacio Félix, que siempre nos decía en tono de broma cuando llegaba un transoperatorio de neuro “San Juditas, que sepa, que sepa”….

Mi cabeza empieza a volar a un sin número de posiblidades , tratándose de una mujer de la quinta década de la vida… mmm pienso… quizá sea un meningioma o un schwanoma del ángulo ponto-cerebeloso, y dejo un poco aparte la posibilidad de un tumor glial.

Después de casi cuatro horas de espera llega el famoso estudio transoperatorio, y la ansiedad comienza. En mi cabeza, siempre escucho una voz que dice “con calma, tranquila… sólo un paso a la vez”. Y es así como recibo los primeros 3 milímetros de un tejido blanquecino, casi mucoide, y decido hacer improntas y corte congelado, sin embargo sólo se observa gliosis reactiva.

Lo cual reporto a través de la enfermera circulante, pues no tengo acceso al neurocirujano.
Inmediatamente me dispongo a esperar, por un segundo tiempo transoperatrio, el cual llega en los siguientes 10 minutos (que me llegan a parecer una eternidad, mientras pienso “ojalá en la siguiente biopsia, pueda acceder al tumor, de otra suerte, esto va para largo)”

El segundo tiempo corresponde a varios fragmentos irregulares de tejido que en conjunto miden 0.7×0.6×0.3 cm, grises con zonas blancas anfractuosos, blandos. Hago las improntas y el congelado; al revisarlas bajo el microscopio, veo que “ahí está el mal” (como decimos algunos por acá). Unas células enormes pleomórficas, en áreas fusiformes, en otras epitelioides, incluso con mitosis atípicas en la citología. Mi cerebro trabaja, trabaja, trabaja. Y lo único que se me ocurre es que esto tiene que ser una metástasis. Sin olvidar que la mujer tiene sólo 42 años.

Emito el reporte de nuevo a través de la enfermera, “Neoplasia maligna epitelioide y fusocelular, a clasificar en estudio definitivo”. A la vez que pido a la enfermera, me haga favor de preguntarle al neurocirujano, si la paciente tiene el antecedente de un “tumor” (neoplasia) previo.

Regresa la enfermera para decirme que sí, que la paciente tenía historia de tumor en ovario.

Y Hago saber al neurocirujano, que la neoplasia observada en el encéfalo es muy probablemente metastásica.

Me quedo pensando en la edad de la paciente, y comento con la secretaria lo poco común que son las metástasis encefálicas de carcinomas serosos de ovario. Y que esta entidad se presenta con mayor frecuencia en mujeres posmenopáusicas.

Me retiro del hospital, contenta con mi diagnóstico, y angustiada por la paciente. Esa misma tarde recibo otra llamada de la secretaria para informarme que había un error en los datos de la paciente, y que en realidad se trataba de una mujer de 70 años.

De pronto las piezas del rompecabezas encajan mejor, y así termina el día.

Y con esta historia quisiera dejar el foro abierto, para sus opiniones, ¿con cuanta frecuencia en sus lugares de trabajo tienen acceso a las historias clínicas, antes de hacer un transoperatorio?, ¿Qué tal la comunicación, con los clínicos?.

La morfología es hermosa, y un arma fundamental en nuestro día a día, pues no podemos diagnosticar lo que no conocemos, sin embargo, hay que tener presente que somos médicos, y no sólo morfólogos, que hay neoplasias que se sobreponen en morfología, y que la clínica es la mejor herramienta a la que podemos acudir para tener un diagnóstico certero.

Saludos
 

Dra. Raquel Valencia-Cedillo
Coordinación de Patólogos Jóvenes SLAP   

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5 Comentarios

  1. Ana Ibeth Vargas Razo

    Dra. Raquel gusto en saludarla y es emocionante compartir la misma opinión con respecto a los transoperatorio, éstos, son un reto diagnóstico que debemos de resolver en minutos y por lo tanto la mente empieza a realizar muchas posibilidades ante un caso difícil. El mes pasado tuvimos ocho en un turno, entre tres Patologos, en promedio 2 a 3mensuales. Lamentablemente en general, los datos clínicos en la mayoria son insuficientes y la comunicación con el oncólogo muy escasa. Cuando es de neuro me gusta pedir la resonancia y en tumores de ovario los marcadores sericos tumorales. Me han llegado a decir algunos oncologos, ¿Que es lo que necesitas de datos clinicos? Creo ellos mismos creo desconocen que es para nosotros importante. Saludos!

  2. La comunicación con los clínicos es excelente, en el trato, en términos de cortesía o educación, cuando los he conseguido lo cual no suele ser muy frecuente. Resultaría mas práctico pedir la historia clínica pero ahora me llegan diez páginas que repiten lo mismo, que aparentemente corresponden a notas de evolución, pero sin datos de semiología, ni de laboratorio, porque pareciera que hubiese poca comunicación con los pacientes y el laboratorio los hace otras IPS- Institución Prestadora de Servicios- que usualmente no se adjuntan a la historia.El cambio diario de turnos en los médicos es otro problema, por lo cual la mayoría de las veces nos toca contentarnos con la cédula de ciudadanía, junto al nombre y el del espécimen.

  3. Gustavo Matute Turizo

    Dra. Raquel ha tocado un tema importante en el proceso de formación del patólogo. Los que participamos en la formación de las nuevas generaciones en nuestra especialidad, debemos inculcar la importancia de conocer la historia clínica, por ello es importante que el patólogo participe de los comités (Staff) interdisciplinarios, que son espacios para sensibilizar a los demás especialistas en la importancia de la historia clínica, que no sólo incluya edad y sexo del paciente, sino los antecedentes y algo sumamente importante la localización de las lesiones así como su evolución. De todas maneras nos hemos visto y nos seguiremos enfrentando a esa situación ante la cual existe el recurso de \»la búsqueda de la información\» que nuestros colegas no aportan por el desconocimiento de la importancia de esa información para el buen ejercicio de nuestra especialidad, eslabón crucial en la cadena de atención del paciente. que hoy desafortunadamente muchos llaman \»cliente\». (Que tristeza!!).

  4. Gustavo Matute Turizo

    Dra. Raquel ha tocado un tema importante en el proceso de formación del patólogo. Los que participamos en la formación de las nuevas generaciones en nuestra especialidad, debemos inculcar la importancia de conocer la historia clínica, por ello es importante que el patólogo participe de los comités (Staff) interdisciplinarios, que son espacios para sensibilizar a los demás especialistas en la importancia de la historia clínica, que no sólo incluya edad y sexo del paciente, sino los antecedentes y algo sumamente importante la localización de las lesiones así como su evolución. De todas maneras nos hemos visto y nos seguiremos enfrentando a esa situación ante la cual existe el recurso de «la búsqueda de la información» que nuestros colegas no aportan por el desconocimiento de la importancia de esa información para el buen ejercicio de nuestra especialidad, eslabón crucial en la cadena de atención del paciente. que hoy desafortunadamente muchos llaman «cliente». (Que tristeza!!).

  5. Jesus Gonzalez Guzman, Guanajuato.

    Efectivamente, son raras las ocaciones en las que nos envían todos los datos para los estudios trans operatorios, lo cual debería de ser una rutina, ya que el beneficio es para el paciente, y nos da más «confianza» y seguridad en los diagnósticos. Pero es un «mal» de siempre, me gusta mucho este comentario que les dejo y la referencia (estoy buscando el articulo completo pero no eh corrido con suerte):

    «The limitations of histologic diagnosis»: «Existen ciertas perversiones místicas por parte de algunos clínicos quienes creen que dándole al patólogo solamente una pieza de tejido, tiene todos los otros ingredientes necesarios para un estado de absoluta verdad, para el reporte final. Y más peligroso aún, es un patólogo con el mismo concepto» (De Rambo ON. The limitations of histologic diagnosis. Prog Radiat Ther 1962,2:215–224.)

    Saludos Dra. Raquel.

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