Auditorium (Entonación muy íntima)
Que injusto puede resultar un diccionario, para escribir esta reflexión necesitaba conocer el significado más exacto de la palabra auditorio, definitivamente, lo que encontré no me satisfizo, decía algo así como: “conjunto de personas que asisten a una conferencia”, o lo que es peor, “una serie de asientos puestos de manera semicircular”.
Con alivio recordé, que el oráculo de toda palabra, la etimología, me sería de utilidad, y así fue, la palabra auditorio proviene del latín “auditorium”, formada del verbo audire (o escuchar) y el sufijo –orium- que significa lugar, lugar para escuchar.
La orquesta empezó a tocar, mi oído no daba crédito a la belleza de tal sinfonía, respiré profundo, me tragué las lágrimas, mejor así, porque si empezaba a llorar, probablemente no terminaría jamás.
El tenor cantó, lo hizo como nunca, imposible defraudar a su público, por suerte su rostro estaba enharinado con tiza blanca, lo cual le facilitaba esconder su dolor. Dolor provocado por la traición de su amada, ya que sí, sin lugar a dudas, lo había rebajado, a la categoría de un payaso.
Cada persona debe o debe tener una misión en la vida, considero que la mía comprende varias actividades, dentro de las cuales destacan las ponencias, y es que le tengo un gran respeto a los escuchantes. Cada una de las personas que acude a un seminario, es un digno representante de la especie humana, ya que no ha perdido la esperanza de aprender, o de perseguir y atrapar un sueño.
Es por ello que las funciones deben continuar, es por ello que el payaso no debe abandonar su canto, es por ello que yo, tengo el valor de presentarme ante ustedes, porque todos y cada uno de los días procuro con el mayor de los respetos, encontrar el origen de las enfermedades, indagar la veracidad de los conceptos, aguzar mis sentidos, tocar mi lira, y evitar escuchar el canto de las sirenas.
Sólo, y sólo así, cumpliré con el honor que me concedes al venir aquí, a escucharme, con la esperanza de llevarte un trocito de sapiencia. Para finalizar comparto con ustedes una frase de Nazim Hikmed:
“Cuando estuve encarcelado, comprendí otra cosa: que se puede tener a un solo hombre por todo auditorio y, a través de él, hablar a toda la humanidad. Sin gritar: en voz baja, con una entonación muy de charla, muy íntima.”