Sociedad Latinoamericana de Patología https://slap-patologia.org/
Uno de los momentos más importantes en la vida del patólogo tal vez sea el del primer día de la residencia. La gran mayoría de nosotros, llegamos con un bagaje de ilusiones, proyectos y sueños. Bien recuerdo esa sensación de creer tener todo el tiempo del mundo y muchos sueños por cumplir. Van pasando los años y este tiempo de la residencia se va agotando y uno queda con muchos proyectos sin terminar, demasiados libros sin leer y una gran cantidad dudas sin poder resolver.
También están los momentos de convivencia con los compañeros de la residencia, vivencias con la gente de servicio y principalmente las experiencias con los profesores, nuestros mentores, los que de una u otra manera marcaran el resto de nuestras vidas y que a veces hasta después de desaparecidos, nos reunimos a recordarlo y tenerlo presente.
En el tiempo que me toco cursar la residencia, tal vez el lugar donde nos formábamos, no era el más adecuado en cuanto al espacio físico, tecnología y menos hablar de las comodidades, pero todos los inconvenientes se los superaba con buen humor, entusiasmo y trabajo duro. Al día de hoy, la Patología ha evolucionado a pasos gigantes y cada día se ven procedimientos y técnicas más complejas que necesitan un lugar completamente equipado y acondicionado para poder realizar los diferentes procedimientos requeridos por los protocolos. Por otro lado, también se ve, que nos vamos atomizando cada vez más en la especialidad con diferentes subespecialidades en donde el patólogo general prácticamente ha dejado de existir.
¿La pregunta es, todos los servicios están acondicionados y equipados con todas las facilidades para ejercer la patología actual? Es sin duda importante confrontar el reto de contar con una unidad moderna y adecuada, que responda a las exigencias actuales de las diferentes especialidades y de la terapéutica. No es una fácil tarea, cuando las principales entidades encargadas de hacer las inversiones necesarias, no tienen la mínima idea de lo que es la patología actual y están más preocupados en problemas administrativos que médicos.
Creo que es necesario tener una fuente de referencia que sea la guía de lo que es un servicio o unidad de Patología y al mismo tiempo muestre un plan de formación para los nuevos patólogos y que indique las mínimas condiciones que se requieren para ser una unidad formadora de Patólogos.
Sobre todo lo escrito es importante mencionar una vez más, los residentes son el futuro de nuestra patología latinoamericana y es muy necesario que cuenten con las condiciones necesarias para su adecuada educación.
Muchos saludos,
Martin
El equipamiento es necesario pero Creo q es una obligacion moral mas q academica de devolver en conocimiento que un dia recibimos de nuestros maestros, yo particularmente recibi sin egoismo y a manos llenas de mi mentora Yolanda de Hernadez, lamentablemente no todos tienen la capacidad de enseñar y en la actualidad no todos demuestran interes en aprender, especialmenten pq todavia existe la cultura del maltrato al residente como paga de su derecho de piso con lo q no estoy de acuerdo ,ya q estamos llamado a mejorar no a perpetuar los errores
Buen punto.
Un objetivo común. Hoy un reto para los que amamos los que hacemos. Fuentes y normatividad existe, voluntad es la que a veces falta. Pero si en otro lugar existe ésta necesidad, claro que alcanzaremos el objetivo.
El Dr. Martín ha tocado un tema interesante y es la formación del residente y sus mentores. Teniendo en cuenta que gran parte de la formación del residente es tutorial, es muy importante dar al patólogo en formación, no sólo lo mejor que podamos aportarle para su estructuración académica, sino lo mejor que tengamos como seres humanos, porque antes que profesionales, somos humanos y el que está en formación siempre ve en su «maestro» el espejo y no en todos los departamentos de patología se tiene en cuenta esta condición, dado que por múltiples factores, no todos tienen las mismas condiciones para aprender, por ello es importante tener en cuenta esta situación, de tal maneras que las debilidades deben ser apalancadas con las fortalezas, que en la mayoría de los casos superan a las primeras. Sin embargo no ha faltado y faltará el caso en que hay un error del residente al escoger la Patología como su opción de especialidad, por tanto son los formadores quienes tienen la obligación de ayudarle al residente a que detecte, que esto no es lo suyo y que su especialidad está por fuera de la autopsia, de la macro, de la H&E, de la IHQ y de la Biología Molecular entre otras, que son algunas de las actividades que desarrolla el MD. patólogo de hoy, además de la docencia, que es una de las actividades muy impotantes, en donde algunos logran ser grandes maestros, a los que debemos gran parte de nuestra formación y pasión por la patología, en mi caso se lo debo a la Dra. Constanza Díaz González. Q.E.P.D.
Cada vez más sabio Martin.