Editorial Nº 3

Redefinición del patólogo

Isabel AlvaradoConsidero que en la actualidad, el patólogo no puede tener un ejercicio completo si desconoce el escenario clínico en el cual se desarrolló una neoplasia determinada. La práctica de la patología no se reduce al reconocimiento de patrones morfológicos, ya que en ese sentido seríamos técnicos y no médicos, por lo tanto, nuestro deber es el de actuar como un consultante experto en el diagnóstico del cáncer que deberá proporcionar al médico tratante  información suficiente que le ayude a tomar una decisión terapéutica adecuada.

El patólogo tiene diferentes funciones, las cuales incluyen, hacer diagnósticos, ser director de un laboratorio, maestro, investigador y médico forense.  La cultura popular ha adoptado esta última actividad  como modelo de modo que la mayoría de las personas considera que el patólogo es aquel personaje que sólo realiza autopsias. El desarrollo notable de los métodos terapéuticos ha ocurrido a la par del desarrollo en el conocimiento no tan sólo morfológico sino también molecular de las neoplasias, de modo que el patólogo es también un especialista que estudia a los “pacientes vivos”.

Tanto pacientes como muchos de nuestros colegas clínicos consideran que el diagnóstico de cáncer es una prueba fácil y sencilla que puede hacerse en forma automatizada como es el caso de una biometría hemática, este concepto está muy alejado de la realidad. El diagnóstico patológico de cáncer es una consulta personalizada hecha por un experto en el área. Por lo general, cuando  el paciente tiene un nódulo, una “masa”,  un proceso difuso o calcificaciones en la mastografía, la hipótesis de trabajo es que el paciente tiene cáncer hasta que no se demuestre lo contrario. Es la responsabilidad del patólogo establecer el diagnóstico de cáncer por medio de el análisis morfológico de dicha lesión y apoyándose cuando el caso lo requiere en técnicas especiales.

Después de que se confirma el diagnóstico de malignidad, todavía existe una larga lista de factores pronósticos/predictivos que deben ser incluidos en el reporte histopatológico, especialmente cuando se trata de un espécimen de resección.

Por lo anterior  se comprende, cuán importante es el papel del patólogo principalmente en el terreno de la oncología, esta afirmación no se hace  con fines protagónicos, sino que tiene la intención de “redefinir a dicho profesionista”.

Se deben de buscar métodos que evalúen en forma apropiada la productividad del patólogo y sus procesos, para con ello, brindar los recursos necesarios que éste requiere para el ejercicio adecuado de su práctica.

El ejercicio en el diagnostico y tratamiento del cáncer se extiende desde su prevención o detección temprana por un lado hasta el diagnóstico del mismo, su pronóstico, posibilidad de respuesta a diferentes tratamientos, el seguimiento de los pacientes y los métodos paliativos. El patólogo tiene un papel importante en toda esta ruta crítica.

Un nuevo motivo para re-inventarnos como médicos especialistas en el diagnóstico del cáncer es nuestro papel central en la esfera de las terapias de tipo blanco molecular. Durante años el patólogo ha utilizado los marcadores de inmunohistoquímica como una herramienta que le ayuda a clasificar tumores o para descartar una neoplasia benigna que simula cáncer, pero en la actualidad contamos con nuevos marcadores tales como el CD20, el CD117 y el HER 2/neu que determinan cuál paciente puede responder a terapias muy costosas, como son las terapias de tipo blanco molecular. Nuestras pruebas de inmunohistoquímica  son relativamente baratas, sin embargo, son indispensables para decidir el empleo de un medicamento que puede ser muy costoso.

El campo de la oncología molecular debe ser adoptado por el patólogo en un futuro no muy lejano. Mediante estas tecnologías novedosas se pueden identificar individuos o grupos de personas con riesgo para desarrollar cáncer de colon, ovario, endometrio, etc. Así mismo, las pruebas moleculares pueden ayudarnos en el diagnóstico y clasificación de las neoplasias. Así por ejemplo, los estudios moleculares como la evaluación del K-ras en el cáncer de colon puede usarse para predecir cuáles pacientes pueden responder al cetuximab y otras terapias de tipo blanco molecular en enfermedades avanzadas.

Con todo lo anterior, puedo señalar, que ha llegado el tiempo de conceptuar al patólogo como un experto en el diagnóstico del cáncer . Nuestra experiencia en la evaluación de lesiones y la tecnología con la que podemos contar, nos permite actuar en las diferentes fases que implica la prevención, el diagnóstico y tratamiento del cáncer, por tanto, somos una parte integral e indispensable del equipo oncológico, con un papel tan importante como lo es del cirujano, el oncólogo médico o el radiólogo. Como médicos expertos en el diagnóstico del cáncer podemos elevar nuestro perfil ante el público en general y ante nuestros propios colegas clínicos.

Mandong BM. Diagnostic oncology: role of the pathologist in surgical oncology- a review article. Afr J Med Sci 2009; 38: 81-88

Lester S C, Shikha B, Chen Y Y, et al. Protocol for the examination of specimens from patients with ductal carcinoma in situ of the breast. Arch Pathol Lab Med 2009; 133: 15-25

Liévre A, Bachet J B, Boige V, et al. KRAS mutations as an independent prognostic factor in patients with advanced colorectal cancer treated with Cetuximab. J Clin Oncol 2008; 26: 374-379

Kaptain S, Tan L, Chen B. Her-2/neu and Breast Cancer. Diagnostic Molecular Pathology 2001; 10: 139-152

 

Dra.Isabel Alvarado Cabrero
Jefa del Servicio de Patología
Hospital de Oncología, Centro Médico Nacional
Siglo XXI, IMSS

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Editorial Nº 104

Edición genética (¿copiar y pegar?)
Uno de los grandes sueños de la humanidad es modificar a su voluntad el entorno que de manera implacable nos impone la naturaleza. La conquista del fuego, el aire o la medicina son pasos esenciales que nos han permitido ser la especie dominante en el planeta. Pero, existen todavía, varios aspectos que se han mantenido inalterables, uno de ellos es el material genético.
La historia de nuestra especie está marcada por una progresión evolutiva y técnica para intentar crear un sistema que cada vez dependa menos de los procesos azarosos, como las inclemencias del tiempo o en su grado final, la determinación genética.

3 Comentarios

  1. Un placer saludarla Dra. Alvarado, usted tiene razón, tenemos una lucha constante con los clinicos, los cuales piensan que el microscopio es quien da el diagnóstico (literalmente) al patólogo, si no estan de acuerdo, entonces fue que el patológo se equivocó. Entiendo que nosotros debemos conscientizar mas a la población general del papel que tenemos en la calidad disgnóstica de la medicina.

  2. Dr. José Miguel Cruz Arias

    Excelente punto Dra. Alvarado, la visión de una gran parte de la población y parte de los colegas médicos es que tenemos un trabajo sencillo o una especie de bola de cristal, sin entender la responsabilidad que se debe tener al momento de firmar un reporte, el cual no es un pedazo de papel, sino el destino de un paciente en donde no cabe la palabra me equivoque.

  3. Dr. Alejandro Martínez Vázquez

    Saludos desde Campeche Dra. Isabel! la felicito por sus atinados comentarios como siempre.
    Sólo una observación, dentro de las diferentes funciones que tiene un médico anatomopatólogo, por lo menos en nuestro país, no es la de ser médico forense, ésta una especialidad aparte, con sus propias metodologías y otro tipo de responsabilidades (legales) muy delicadas, que por cierto aquí en México se llama Medicina Legal. Creo que persiste la confusión entre el público en general y muchos médicos al respecto, y me parece que es conveniente aclarar las diferencias, nosotros hacemos autopsias clínicas, muy diferentes de las autopsias médico-legales. Sin embargo es importante saber que en un momento dado podemos ser llamados como peritos, como cualquier otro especialista.
    Por último mi sincero reconocimiento por colaborar en éste foro.

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