¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales.
Eduardo Galeano – Fútbol a sol y sombra (1995)
Se acerca una de las fiestas mas importantes del mundo, según datos de la FIFA el mundial de futbol de Brasil 2014 fue visto por 3.2 billones de personas. El futbol es el juego más popular del mundo y esto ha hecho que desde niños hayamos desarrollado un gusto especial. Quizás para muchos no existe la similitud que tiene el portero y el patólogo, pero para los que hemos estado debajo de los tres palos y detrás de un microscopio lo entenderán.
Una de las posiciones mas desagradecidas del futbol es el puesto del jugador que tiene como función evitar los goles. Durante un partido o un torneo el arquero puede evitar muchos goles y convertirse en la figura, sin embargo puede cometer un mínimo error y puede pasar de héroe a villano con repercusiones muy importantes como hasta perder la copa del mundo. Esto nos puede pasar a los patólogos, emitimos los diagnósticos mas estructurados, llegando a encontrar la ultima mutación, sin embargo podemos dar un diagnóstico inadecuado que pueda tener repercusiones en el tratamiento y pasamos de ser los anti-héroes de los hospitales. Es evidente que no es comparable un juego con la vida de un paciente. Sin embargo, nuestra posición en el campo de la salud en muchos oportunidades no es tan agradecida como la de un portero de futbol, al cometer un error diagnóstico podemos ser juzgados de los peores profesionales, a diferencia de los clínicos que pueden solucionar sus equivocaciones (errar un gol) cambiando el tratamiento para el paciente después de varias intentos con diferentes ayudas diagnósticas (anotar el gol después de tener varias oportunidades fallidas).
En muchas oportunidades nos enfrentamos a una biopsia por congelación (transoperatorio) con consecuencias en el manejo quirúrgico del paciente. En ese momento llegamos a sentir tanta presión como la puede sentir a un portero en un penalti en el minuto 90 que defina una copa importante. Como lo dije Ravelli (Héroe nacional en Suecia por el mundial de USA 1994) a BBC Sport: ‘A veces en la vida, el tiempo se para. Se te olvidan los problemas del pasado y los que pueden venir en el futuro”.
Por lo general los porteros no terminan siendo las estrellas de los partidos o de los torneos, sin embargo cuando terminan siéndolo significa que el partido fue muy complicado y su actuación fue fundamental para lograr el objetivo. Cuando el patólogo por su diagnóstico se convierte en las estrellas del caso, significa que el diagnóstico fue tan complicado para los clínicos que nuestra actuación fue fundamental para el diagnóstico y/o tratamiento
Finalmente quiero destacar que como patólogo me siento el jugador mas importante del hospital. Que hubiera sido de los equipos latinoamericanos sin Carrizo, Chilavert, Mazurkiewicz, Fillol, Dos santos, Cordoba, Higuita, entre otros? Que seria de nuestros pacientes sin los patólogos latinoamericanos?
Los patólogos no hacemos los goles pero salvamos vidas con nuestros diagnósticos.
Que viva la patología y el futbol en paz!